Jornadas de orientación 2/2

¿Qué tal? Hoy os voy a contar la parte «más personal» de las charlas del fin de semana en Madrid. Como soy un pelín vergonzosa, me costó abrirme a la gente, pero la verdad es que todo eran extremadamente simpáticos y sociables (por lo que si sois como yo, no os asustéis, no os vais a quedar llorando en un rincón).

El viernes por la noche fue especial. Acudió la representante de la embajada de EEUU y el de la Fundación Amancio Ortega. Debido a ello, nos tuvimos que vestir todos de gala. Era fantástico ver a todo el mundo tan guapo, ¡parecíamos modelos! Al terminar de cenar, nos dieron unos pequeños consejos para nosotros mismos y nuestra vida con la host family. Y sobretodo, una enorme enhorabuena.

Seguidamente, realizamos un bingo con nuestro grupo asignado (como ya sabéis, el mío era rojo). Nos lo pasamos genial, porque no cuadraba nada con nada y acabamos haciéndonos un lío…

El sábado por la noche fue bastante curioso. Al acabar nuestra riquísima cena, los monitores nos tenían preparados un juego (raro, raro). Se llamaba «Albatros». Resultó en lo siguiente. Eran una raza de alienígenas en los que las mujeres eran un dios supremo, diosas de la naturaleza y el hombre era, por resumirlo rápidamente, un 0 a la izquierda. No obstante, nosotros no sabíamos esto, y cuando vimos que la mujer se sentaba en el suelo (porque debía estar en contacto con la naturaleza), que daba de comer al hombre (porque éste no podía tocar la comida) y demás, llegamos a la conclusión de que era una raza totalmente machista.

Grupo de Albatros

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Pero nos equivocamos. En conclusión, con este juego tan extravagante, nos percatamos de que no debemos juzgar una raza, religión, cultura o persona por lo que vemos, ya que la vista engaña. Tenemos que conocerla.

Bueno, este es el resumen (aunque me dejo alguna cosilla) de el fantástico fin de semana. Espero que os haya entretenido.

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Este era mi grupo

 

P.D.: Aún no me han asignado una host family, y estoy que me subo por las paredes. Espero que la próxima entrada que escriba, sea sobre eso. Así que, ¡estad atentos!

All the love. Lau ♥

Jornadas de orientación 1/2

¡Hola a todos! Hace ya una semana que hice estas jornadas, pero he tenido tantísimos exámenes y cosas que hacer que no he podido escribirlo antes… ¡Ya lo siento! Bueno, ahora os voy a contar como fue esta magnífica experiencia.

Cuando revisé el correo, me encontré con uno que me llamó la atención: «BECAS FAO Jornadas de orientación 8, 9 y 10 de abril». Con muchísima ilusión lo abrí y comencé a leerlo. Os iré contando lo que ponía en esta entrada.

Así que el viernes 8 a las 11 estaba ya en la estación de tren de Tudela, con el corazón en un puño. Mientras mi madre me tranquilizaba, se nos acercó una chica de mi edad y me preguntó si era una becada. Al afirmarle se presentó y, ¡ella también era una! Me sentí súper aliviada… Ya había llegado el tren y después de una trágica despedida con nuestros padres, entramos.(Por cierto, se llamaba Carla y también era de Navarra). Me contó que iba a Nueva Escocia, en Canadá y que se alojaría en el hotel Rafael. Ahí me di cuenta que me iba a quedar sola…

Al finalizar nuestro viaje (y de que un chico también becado llamado Alberto me diera la mitad de su bocadillo ya que en mi email no decía nada de traer comida y previniera que me muriera de hambre) llegamos a Madrid. Como una guiri total, los seguí hasta donde nos estaban esperando los monitores. Me separé de mis nuevos y fugaces amigos y seguí a Adrián (mi monitor). Me llevó con otra chica (Ane, de la cual me hice muy amiga en el fin de semana) y otro chico (Antonio). Por supuesto, llamé a mis padres para avisarles de que «estaba sana y salva» y nos llevaron en un maxi-coche a nuestro hotel, el Nuevo Boston (¡de **** estrellas chicos!). Llegué y todo era chulísimo. En recepción me dieron la llave de mi habitación y cuando entré vi que era la primera en llegar, así que comencé a deshacer un poco la maleta, hasta que vinieron Ane e Irene (más amigas que había hecho).

 

Así son las habitaciones, pero con otra cama supletoria que es asignada a la última en llegar. 

Al cabo de un rato de anécdotas y de recibir a una de mis 2 compañeras de cuarto (otra Ane) bajamos al jardín, donde nos presentamos todos. Eran muy extrovertidos y simpáticos, tengo que admitir que esta generación de becados es increíble. Seguidamente, fuimos a nuestras salas correspondientes con los monitores (yo era del equipo rojo #equiporojothebest).

En las charlas, nos informaron sobre la convalidación de estudios y en EEUU. Además, y lo más IMPORTANTE, es que si tenéis algún problema o duda debéis mandar un email a VICKY, VUESTRA BFF EN vuestro año en USA. También nos hablaron del seguro médico y de que si acudimos a algún médico, es OBLIGATORIO hacer el CO-PAGO (50 euros) que luego te los devuelve la fundación. Si no, puedes acabar en la cárcel…

Sin duda, nos prepararon emocionalmente para «abandonar» un año nuestra vida en España. Con lo que todo el mundo se quedó fue: RESILIENCIA y EMPATÍA. Cualidades fundamentales que tenéis que tener en cuenta.

Y por supuesto, y lo más entretenido fue la charla sobre la vida en USA. Hay que ser muy puntual, adaptarse a sus horarios de comida, instituto… Son tantísimas cosas que contar que casi no puedo explicarlas…

Bueno, hasta aquí por hoy. En la próxima entrada os hablaré de lo divertido: las cenas, actividades conjuntas, ratos libres… ¡Espero que la esperéis con ganas!

All the love. Lau ♥

 

The United States

Antes de explicaros nada más, me gustaría enseñaros CÓMO es USA. Especialmente sus estados, para que os hagáis una idea de la cantidad de lugares dónde me puede tocar. ¡¡Qué nervios!! Crucemos los dedos…

Si os soy sincera, siempre ha sido un sueño para mi vivir una temporada en La Gran Manzana, mi queridísima New York City. Sin embargo, la fundación nos advirtió de que nos asignarían poblaciones pequeñas o medianas, debido a la gran necesidad de socializarnos fácilmente. Así que a menos que mi futura familia sea un «culo inquieto» y me lleven, me temo de que seguiré soñando.

Aunque después de pensar mucho y comerme la cabeza (ya os habréis dado cuenta de que yo soy así), llegué a una conclusión: da igual dónde te toque porque

  1. Todos, absolutamente todos los sitios de EEUU son preciosos, ya sea montañoso, con playa, desértico… Además, no puedes saber si un lugar no te agrada demasiado porque AÚN NO HAS ESTADO.
  2. Lo importante no es adónde, sino con quien. Nuestra future family.

Espero que os haya gustado este post. Y ya sabéis, «no os iréis a la cama sin aprender algo nuevo». 

All the love. Lau♥

Desde el principio

¡Hola a tod@s! Me llamo Laura Antuña, soy de Navarra y tengo 16 años. La verdad es que siempre he querido escribir un blog, pero nunca me he atrevido del todo. No obstante, ahora ya tengo un objetivo claro: mi viaje.

En septiembre del 2015 me enteré por unas amigas de que podía optar a las becas organizadas por la fundación Amancio Ortega. Las condiciones eran:

  • Tener un mínimo de 8 en inglés en 3º ESO.
  • Tener un mínimo de 7 en las demás asignaturas, también en 3º ESO.
  • Y estar cursando 4º ESO.

Me apunté con el tiempo justo, así que me preocupó no rellenar del todo bien la información. Pero gracias a la ayuda de mi madre (porque mi padre no estaba muy convencido de que participara) todo salió perfecto.

La primera fase eran una prueba escrita (‘reading’ y ‘writing’) y una auditiva (‘listening’). Tuve que acudir a Pamplona y cuando llegué al hotel dónde se realizaban entré en pánico. ¡Había muchísima gente! Tenía claro que sería prácticamente imposible que me cogieran habiendo tantos para optar a la beca.

Al terminar los exámenes tuve que esperar varias semanas hasta que salieran los resultados de los que habían sido seleccionados para hacer la siguiente prueba, la cual sería la definitiva. LOS DÍAS PARECÍAN AÑOS. No podía pensar en otra cosa. Hubo ocasiones en las que me encontraba en casa y comenzaba a llorar. ¡No sabría que haría si no me dieran la beca! Mis padres me recalcaban que no pasaba nada si no fuera seleccionada. Pero que de todos modos, estaba sacando las cosas de quicio ya que aún no habían colgado los resultados.

Llegó aquel día de diciembre y esperé hasta la 13:00. Como me encontraba en clase, tuve que irme al baño con mis amigas para descubrir el misterio. Pero a la hora de la verdad, no pude hacerlo. Me bloqueé. Así que después de comerme la cabeza y de que mis compañeras me dijeran que estaba loca por demorarme tanto, esperé hasta llegar a casa a las 15:00 y verlo con mi familia. ¡¡Piiiiiiii!! Sonó el timbre y me faltaron pies para correr a montarme al coche de mi madre. Aún no me había sentado cuando empezó a chillar (medio llorando) mientras me daba la enhorabuena. HABÍA PASADO LA 1ª PRUEBA. Sonreí de oreja a oreja y sentí que sólo me quedaba un pequeño esfuerzo.

Al cabo de unos meses, tuve que realizar una prueba oral (‘speaking’) vía Skype. Estuve desde el 20 de diciembre pensando en que podía hablar, debido a que era una composición de tema libre. Finalmente, decidí por contar lo agradecida que estaba por haber llegado hasta aquí, mis mayores pasiones (la música, tocar el piano, viajar, hacer deporte y sobretodo, los idiomas). Recalqué que estudiar en EEUU había sido un sueño para mí desde que empecé a estudiar inglés. Y a causa de mi afición a los idiomas, tomé la decisión de estudiar Traducción e Interpretación de idiomas (inglés, francés, alemán, japonés, italiano… y muchos más). Mientras realizaba la prueba, me temblaban los pies, las piernas y las manos, por eso estoy agradecida de que sólo me vieran la cara y medio cuerpo. Al acabar mi monólogo, me empezaron a hacer preguntas que no preparé previamente. Algunas de ellas eran «¿Te importaría que te tocara una pareja homosexual, de otra raza o religión?, ¿Qué crees que tú aportarías a este programa?, ¿Y qué te aportaría éste a ti?, ¿Cómo llevarías el no poder ver a tus padres en un año entero, ni en Navidad ni Año Nuevo?…» entre otras muchas más. Contesté con total sinceridad, por lo que al acabar la prueba sentí un cosquilleo en el pecho que me daba la sensación de que tendría que preparar maletas dentro de poco.

A finales de enero, a la 13:00, estaría los resultados en nuestros emails. Como estaba en clase, fui otra vez a los baños de la primera planta y este se llenó en menos de un minuto por todas mis mejores amigas, las cuales estaban tan nerviosas como yo. Cogí mi móvil, con las manos sudadas y temblorosas, e introduje la dirección de correo y la contraseña. Ya estaba en la bandeja de entrada. Ahí. Justo enfrente de mis ojos. Acababa de llegar un email de la fundación. Éste determinaría mi futuro. Después de que mis amigas me «obligaran» a abrirlo, esperé. Y esperé. Y esperé. Y nada. ¡El mejor día para que me fuera mal el Internet! Tenía el corazón a mil. De repente, me entró una llamada de mi madre, pero decidí colgarle porque estaba demasiado nerviosa. Volvió a llamar y descolgué el teléfono, esperando lo peor.

«¡¡Te han cogido cielo, estás dentro!! Lo has conseguido.»

No pude oír nada más. El móvil se desplomó y empecé a llorar como si no lo hubiera hecho nunca. Mis amigas, con una cara de lástima, me dieron ánimos y me dijeron que no pasaba nada, que había participado mucha gente. Pero les expliqué, entre sollozos, que estaba en la lista. Me dieron la enhorabuena y comenzaron a hacer bromas sobre mi cuando estuviera allí. La sensación que sentí esos segundos no puedo plasmarla en palabras. Aunque espero que os hayáis hecho una pequeña idea.

Hasta aquí el recorrido realizado para estar escribiendo este blog. Espero que lo hayáis disfrutado y tengáis una buena semana. Intentaré escribiros lo más pronto posible.

 

P.D: Os dejo el link de la página oficial de la Fundación Amancio Ortega. www.faortega.org

 

All the love. Lau ♥